La meditación es uno de los pilares principales del yoga. La ciencia y las prácticas espirituales, como la meditación, generalmente no están asociadas entre sí. Sin embargo, la investigación científica sobre la meditación muestra que tiene muchos beneficios comprobados tanto para la mente como para el cuerpo, por lo tanto, mejora el bienestar y el rendimiento físico y mental.

Matthieu Ricard, doctor en genética molecular, decidió abandonar su carrera científica y dedicar su vida a la práctica del budismo tibetano en el Himalaya. Ricard ha sido llamado la “persona más feliz del mundo”. Esto, irónicamente, lo trajo de vuelta a la ciencia una vez más cuando llegó a apreciar la ciencia en el corazón de su camino espiritual.

En su libro “Más allá del yo: conversaciones entre el budismo y la neurociencia”, Ricard discute con un neurocientífico escéptico el enfoque científico de la meditación. Explica claramente que los estudiantes de meditación están siendo evaluados por sus maestros siguiendo un método científico y sus experiencias son consistentes entre todos los estudiantes.

“Al final, lo que realmente importa es la forma en que la persona cambia gradualmente. Si, durante meses y años, alguien se vuelve menos impaciente, menos propenso a la ira y menos destrozado por las esperanzas y los miedos, entonces el método que él o ella ha estado usando es válido”.

Personalmente, durante la meditación practico dejar ir los pensamientos rumiantes de mi mente “presionando el botón de reinicio” cada vez que reconozco esos pensamientos. Esto no solo me ayuda a soltar y calmar mi mente durante la meditación, sino que me permite aplicar esa misma habilidad para dejar ir lo que no me sirve.

Meditación y Neurociencia

Hasta la fecha, hay más de 1700 estudios de investigación publicados sobre los beneficios para la salud de la meditación tanto para el cuerpo como para la mente. En las últimas dos décadas, la evidencia científica ha aumentado exponencialmente y demuestra que la meditación tiene muchos efectos beneficiosos sobre la salud física y mental y el rendimiento cognitivo.

Si bien los mecanismos moleculares exactos aún no están claros, hay evidencia emergente de que la meditación podría causar cambios en la estructura y función de las regiones cerebrales involucradas en la regulación de la atención (la corteza cingulada anterior y el cuerpo estriado), la regulación emocional (múltiples regiones prefrontales, regiones límbicas y el cuerpo estriado) y la autoconciencia (la ínsula, la corteza prefrontal medial y la parte posterior corteza cingulada y precuneus).

Estos estudios han reportado varios efectos positivos, como una reducción en la reacción emocional a estímulos no deseados, disminución de la reactividad y mayor resiliencia frente al estrés.

Un estudio científico mediante neuroimágenes del cerebro en estado meditativo mostró que la práctica de la meditación induce modificaciones cerebrales funcionales y estructurales en meditadores expertos, especialmente en áreas involucradas en la autoconciencia y el autocontrol.

Investigaciones posteriores mostraron que, después de 8 semanas de meditación hubo un aumento de la materia gris (células cerebrales) en diferentes regiones del cerebro y junto a la disminución del estrés, la ansiedad, el ruido mental y el insomnio, así como una mejor calidad de vida.

Beneficios Para La Salud De La Meditación

Además de mejorar la atención, el estado emocional y la conciencia, y básicamente, la calidad de nuestra vida, la meditación tiene muchos beneficios comprobados para la salud física.

Biológicamente, la meditación afecta al hipocampo, que regula el estrés. En un trabajo con altos niveles de estrés, las técnicas como la meditación no solo ayudan con el estrés sino también con la salud mental a largo plazo.

Además, la meditación nos permite ser más indulgentes, lo que es muy útil para ayudar a otras personas con altos niveles de estrés.

La investigación científica muestra que la práctica regular de la meditación puede proteger los telómeros (los extremos protectores de nuestros cromosomas) y, como resultado, reducir el envejecimiento celular y aumentar la longevidad. 

La meditación contemplativa también disminuye la frecuencia cardíaca y la presión arterial, mientras que la meditación trascendental puede revertir enfermedades cardíacas, ya que reduce la presión arterial y los ataques cardíacos.

La meditación también ayuda con afecciones inflamatorias crónicas al reducir la inflamación en el cuerpo.

Los meditadores avanzados tienen niveles más altos de serotonina, la molécula de la felicidad, que aquellos que no meditan. La serotonina disminuye después de una hora de meditación, estimulando el descanso y la relajación.

La meditación también aumenta los niveles de melatonina y, en consecuencia, mejora el sueño.

Cómo Meditar: Algunos Consejos Prácticos

La meditación requiere práctica y paciencia. Al igual que cualquier otra cosa nueva que aprendas, tu cerebro necesita repeticiones y constancia para crear nuevas vías neuronales y que lo nuevo se convierta en un hábito.

Nuestros cerebros son mucho más flexibles de lo que creemos, y nosotros somos los que elegimos qué hábitos o conexiones cerebrales queremos desarrollar, fortalecer o incluso debilitar. Independientemente de lo que desee lograr, tu cerebro tiene la capacidad de cambiar y adaptarse a lo que te propongas.

La meditación se trata de dejar ir. Cultivar el poder de la rendición. Esto le da a tu cuerpo un descanso profundo. Cuando le das a tu cuerpo el descanso que necesita, sabe cómo curarse a sí mismo. Esto sucede cuando está accediendo a un estado de conciencia que es diferente de despertarse, dormir o soñar.

¡Incluso se pone mejor! No necesitas ir a un templo o escalar el Everest para meditar. Si desea experimentar los beneficios de la meditación, lo podes hacer desde la comodidad de tu casa y hay varias Apps (como Headspace, Calm y 1 Giant Mind) que te pueden ayudar a dar el primer paso.

Existen diferentes tipos de meditación: enfocada en la respiración, en la repetición de un mantra, con un mala o rosario, con música, guiada o en silencio, enfocada en los chakras (centros energéticos), etc. 

Y eso de poner la mente en blanco es un mito. La meditación no busca que tengamos la mente en blanco, sino que reconozcamos nuestras pensamientos, nuestro entorno, nuestra sensaciones y simplemente (aunque de simple no tiene nada) los dejemos ir. 

Hay una infinidad de formas diferentes de meditar, pero la mejor es la que en definitiva practiques.

Si ya meditás, ¿que tipo de meditación te resulta más efectiva? 

Si nunca meditaste, ¿te animas a probar? 

Este artículo fue originalmente publicado en inglés en Self Craft.